La tienda de las bicis colgantes.
Sorprende también lo bien que ha quedado y lo bien rematado del trabajo, que no es ninguna chapuza como uno se podría uno imaginar (sobre todo teniendo en cuenta mis dotes de bricolage).Según dicha entrada, la tienda está en la población de Altlansberg, a 60 km de Berlín, Alemania. Su dueño es el canadiense Peter Horstmann que llegó a Alemania a trabajar tras la reunificación y al poco tiempo montó una tienda de bicis de 60 m2. Actualmente, su bonita tienda tiene una superficie de nada mas y nada menos que 1.000 m2. Él mismo asegura que la idea surgió de casualidad cuando un empleado, a la pregunta de qué hacer con las bicis viejas que los clientes abandonaban en la tienda, respondió en broma “Cuelga la porquería en la pared”.Comenta que les llegaron a robar modelos de los años 30-40 dado su alto valor de reventa en e-bay. También que un cliente reconoció en la pared una bici que le habían robado hace muchos años pero que prefirió que siguiera en la fachada por lo bien que quedaba.
Las ventas de la tienda de Peter han subido un 40% desde que colgó las bicis. No sabe si la causa es correlativa o no pero el tal Peter es una tipo imaginativo y original. Mirad el simpático video promocional en la portada de su Web (para los que sepan alemán ). Gente emprendedora como Peter son un ejemplo a seguir por las Pymes para luchar con imaginación para mantener sus negocios y hacer subir la economía como la hiedra sube por la pared de su negocio.